El día que hicimos realidad el deseo de Adrián, llovía a mares y él pensaba que le tocaba revisión en el hospital. ¡El día no podía empezar peor! Sin embargo, pronto se dio cuenta de que el coche no seguía la dirección de siempre, y es que ya se sabe de memoria por dónde se va al hospital.
Iba muy atento mirando por la ventanilla cuando se fijó en las indicaciones a la ciudad deportiva del Real Madrid… ¡Qué emoción! Por fin podría conocer el lugar en el que entrenan los jugadores de su equipo. Adrián no se lo podía creer, y menos aún cuando nuestra responsable de deseos agitó la varita mágica para que pudiera conocer a los jugadores. ¡Incluso a Vinicius, su favorito!
Todos le firmaron un balón, Vinicius también le escribió una dedicatoria súper especial en su nueva camiseta. ¡Fue una mañana genial en la que Adrián y su padre disfrutaron muchísimo!
Muchísimas gracias a Flexicar por su ayuda y a Fundación Real Madrid por su apoyo para que pudiéramos hacer realidad el deseo de Adrián.