Este año está siendo muy complicado para Aitor debido a su enfermedad, que le obliga a trasladarse a menudo a Sevilla para seguir el tratamiento. Últimamente estaba un poco cansado y bajo de ánimo, por lo que decidimos organizarle una sorpresa para animarle.
Cuando nuestra responsable de deseos le ofreció la varita, Aitor tuvo muy claro qué deseo pedir. «¡Quiero un patinete eléctrico como el de mi hermano!», dijo. ¡Dicho y hecho! Dentro de una caja cubierta de globos, Aitor encontró su ansiado patinete, con el que ahora disfruta y desconecta a partes iguales.
Muchísimas gracias a Destilaciones Bordas Y Chinchurreta por ayudarnos a hacerlo posible.