Ambarel es una niña que viene de Venezuela y que le encanta estar en la calle. Llegó a Madrid para recibir un tratamiento que, como ella dice, le da superpoderes. Dice que en esta ciudad hace mucho calor y que casi no se puede salir a la calle, aunque ella tiene muchas ganas de explorarla.
Ambarel llevaba meses pidiendo a sus padres un patinete eléctrico para poder caminar por las calles de Madrid sin cansarse tanto, ya que la silla de ruedas no le gusta nada.
Un día llegó a la puerta de su casa una varita mágica con un mensaje: «Ambarel tu deseo se va a cumplir y vas a poder salir a pasear» . Muy cerquita de la puerta había unos globos que tenían su nombre atados a un patinete rosa, que la llevaría donde ella quisiera. ¡No se lo podía creer, por fin podría salir a pasear sin cansarse!
Muchísimas gracias a Fundación Adey por hacerlo posible.