Daira y su familia necesitaba un soplo de aire fresco después de pasar unos meses un poco duros, así que les llevamos al Parque de Cabárceno y cumplir así el sueño de la pequeña de visitarlo. Allí disfrutó viendo a todos los animales, su gran pasión, y disfrutando de la naturaleza, lo que le permitió escapar de la rutina hospitalaria por unas horas.
Muchísimas gracias a Fundación Inocente Inocente por ayudarnos, a Parque de la naturaleza de cabarcenopor su implicación y cariño y a Judit, estudiante del grado superior de artes plásticas y diseño de fotografía del colegio Angeles Custodios de Santander, por capturar estas imágenes tan bonitas.