A pesar de los ingresos, trasplantes, aislamientos y todos los extras que conlleva su enfermedad, Erika no ha perdido las ganas de jugar. Es una crack de los videojuegos, sobre todo de Mario Bross, y sueña con conocer a la princesa Peach. Desde Pequeño Deseo conseguimos que la amiga de Mario Bross apareciera por arte de magia en la habitación del hospital de Erika, que se puso como loca al verla. Además, llevaba un regalo para ella, una Nintendo para que pueda seguir jugando a sus videojuegos favoritos y amenizar su estancia en el hospital.
Muchísimas gracias a Fundación Luz Solidaria por ayudarnos a hacerlo posible, al Hospital Materno Infantil de Málaga por permitirnos pasar un rato con Erika en su habitación, a nuestra voluntaria María Jesús y a Susana Merlo por su implicación y cariño.