La base militar del Ejército del Aire de Zaragoza se preparó para una misión muy especial: sorprender a Eloy, un pequeño apasionado de los cuerpos de seguridad. Pudo subir a uno de los aviones del ejército, alucinó con todos los botones de la cabina e incluso recibió una clase magistral de pilotaje de veinte minutos.
Muchísimas gracias a Ryanair y al Ejército del Aire por llevar la ilusión de Eloy hasta lo más alto.