Harri venía a una revisión médica cuando le sorprendimos para cumplirle su deseo. Previamente nos había contado que su mejor amigo tenía un detector de metales y que a él también le gustaría tener uno para salir a buscar tesoros… Así que le regalamos el detector y le pusimos a practicar por el parque de El Retiro. La primera pista le llevó a encontrar un tenedor y fue encontrando varios objetos hasta completar todas las pistas, que acabaron en un gran picnic con su familia.
Volvió a casa con muchas ganas de enseñarle el detector a su amigo y seguir pasando momentos increíbles con él, no sin antes esconderle a su hada madrina unos regalitos que él también tenía para ella y que también encontró con su detector.
Harri, si encuentras oro ¡vamos a medias!
Muchísimas gracias a la Fundación Adey por ayudarnos a hacerlo posible.