A pesar de su enfermedad Iván trabaja muy duro para convertirse algún día en batería. Recibe clases y practica todo lo que puede.
Su compromiso con la música es tal que ni la fiebre le impidió ir a un concierto de Góspel que le ilusionaba mucho, porque allí se reencontraría con un antiguo profesor.
Sin embargo, antes de que terminara el concierto, alguien subió al escenario para interrumpir el recital.
Era María Jesús, una de nuestras maravillosas voluntarias, invitando a Iván a subir junto a ella para tocar con su profesor delante de todo el público…con una nueva batería que podría llevarse a casa para seguir practicando.
Muchísimas gracias a Ryanair por ayudarnos a hacerlo posible. Gracias también a Sergio y Patricia Almeida por su complicidad y colaboración, así como a María Jesús, nuestra voluntaria de Fundación Caixa Málaga.