Este año no está siendo fácil para Eduardo debido a su enfermedad, aunque ha encontrado un refugio en la música de Duki. Por eso, su gran sueño era conocerle en persona y desde la Fundación Pequeño Deseo lo hicimos realidad. Después de disfrutar del concierto del artista, pasó a la zona privada donde Duki le esperaba para darle un gran abrazo que le llenó de energía para seguir adelante con su tratamiento.
Muchísimas gracias a la Fundación Monsma, a 33 Producciones y Management y por supuesto a Duki por su cariño y simpatía.