Aunque viven en diferentes ciudades, Gisela y Blanca, de 5 y 9 años, tienen muchas cosas en común. Ambas luchan desde que nacieron contra patologías muy duras y pasan mucho tiempo ingresadas en el hospital. Pero el punto de unión más importante entre las dos es su admiración hacia Paco Candela. Su música se ha convertido en un bálsamo de paz para ellas, que soñaban con escucharle cantar en directo. Por eso, desde la Fundación Pequeño Deseo organizamos un encuentro en un lugar mágico, el palacio Hotel Alfonso XIII de Sevilla, en el que las dos pequeñas conquistaron al artista con su desparpajo.