Agoney tuvo que trasladarse a Madrid para continuar con su tratamiento, dejando atrás a su familia, amigos y su querida Canarias. Los meses de hospital se han hecho largos, y aunque su ánimo siempre lucha por mantenerse fuerte, extraña profundamente su hogar. Hace tiempo soñaba con tener una PlayStation 5 para entretenerse y desconectar, y desde la Fundación quisimos darle esa alegría.
Preparamos una sorpresa especial: llevamos a Agoney a un restaurante canario, donde los sabores y el ambiente lo hicieron sentir como en casa. Allí, entre platos típicos y recuerdos de su tierra, le entregamos su tan deseada Play 5.
Su emoción fue indescriptible. Este regalo no solo llenó su corazón de alegría, sino que le dio la fuerza necesaria para seguir adelante con su tratamiento con la vista puesta en regresar pronto a Canarias.