Erick, un luchador nato desde que nació de forma prematura, ha pasado su vida rodeado de hospitales, terapias y rehabilitación. Pero nada de esto le ha impedido disfrutar de lo que más le apasiona: cantar y bailar. Los médicos se siguen quedando maravillados, contra todo diagnostico, de la capacidad que tienen para poder recordar bailes y letras de canciones. Además, Erick sueña con ser bailarín de mayor y es un gran amante del mundo Disney.
Desde la Fundación sabíamos lo especial que sería para él asistir al espectáculo de El Rey León. Así que nos pusimos manos a la obra para organizar una sorpresa inolvidable. Decoramos su habitación de hotel con pistas sobre la mágica noche que le esperaba. Al descubrirlo, Erick no podía creerlo: no paraba de saltar y gritar de emoción, ¡y eso que aún no sabía que conocería a los protagonistas y descubriría los secretos del escenario!
Fue una noche llena de magia y alegría que Erick pudo disfrutar al máximo junto a su madre.
Gracias a Bordas-Chinchurreta por ayudarnos a hacerlo posible y a todos los que han contribuido a que este deseo tan especial se hiciera realidad.