A Ian se le ilumina la cara cada vez que escucha cantar a Niña Pastori. Solo su voz es suficiente para hacerle sonreír y emocionarse. Por eso, cuando le dimos la noticia de que iba a su concierto en Fuengirola, ¡no lo podía creer!
Allí, tuvo la oportunidad de conocerla en persona, no soltándole la mano en ningún momento. Su mamá le entregó a Niña Pastori un regalo muy especial: un libro escrito por madres de niños con discapacidades. Un gesto lleno de cariño y admiración.
Gracias, Niña Pastori por tu amor y por hacer que el sueño de Ian se hiciera realidad. Fue un día que ambos recordarán siempre.