Este pequeño soñador tenía un gran deseo: ¡tener un dron! Se lo llevamos directamente a su habitación en el hospital, y la emoción en su cara fue indescriptible. Con una sonrisa de oreja a oreja, comenzó a volarlo enseguida. Además, recibió una clase personalizada en Evendron donde aprendió a manejarlo y descubrió otros drones fascinantes.
Pero la aventura no terminó ahí. Como a Ilyas le encanta el vuelo, ¡subió a una avioneta para un paseo inolvidable desde Alicante hasta Benidorm! Lo más emocionante fue que… ¡pudo pilotar la avioneta! Gracias al increíble equipo del Club Deportivo ANR este día se convirtió en un recuerdo imborrable.
Queremos agradecer especialmente a Ryanair Asociación Charlie y Aspanion por su colaboración para hacer realidad este deseo tan mágico.