Sonic, rápido y lleno de energía, apareció por sorpresa en casa de Leo con un cartel que decía: “¡Leo! ¡Te vas a Dinópolis!” ¡La emoción fue total!
Y así comenzó un fin de semana inolvidable. En Dinópolis, Leo vivió una aventura prehistórica de locura, rodeado de sus dinosaurios favoritos, explorando un mundo que solo había imaginado. Quienes conocen su colección, saben cuánto ama a estos gigantes de la era antigua.
Durante el viaje, no paraba de repetir: “¡Esto me gusta, esto me gusta mucho!” Y además, recibió un montón de regalitos tanto en el hotel como en el parque, ¡estaba alucinando!
Gracias de corazón a Iglesias entertainment Fantasías y Sonrisas y Dinópolis Teruel por ayudarnos a hacerlo posible.