Neyen tiene un sueño tan inmenso como el universo: quiere ser astronauta. Aunque su camino no ha sido fácil, su espíritu es tan fuerte como la gravedad que mantiene a los planetas en órbita.
Así que nos pusimos manos a la obra para hacerle vivir una experiencia inolvidable.
Con la ayuda de grandes expertos, descubrió cómo es la vida en el espacio, exploró los misterios del sol, la luna y las estrellas, ¡e incluso condujo un vehículo lunar! Además, probó el famoso helado de astronauta, para saber exactamente a qué sabe el espacio, y recibió un regalo para jugar en casa con las galaxias.
Hoy, Neyen vuelve a la Tierra con la mirada fija en el cielo y el corazón lleno de emoción, recordándonos que los sueños más grandes comienzan con pequeños pasos… o, en su caso, ¡con un gran salto hacia las estrellas!
Gracias a Iglesias entertainmnet y Estrellas en ruta por ayudarnos a cumplir su deseo con tanto cariño, así como al Colegio Imperial San Vicente por ofrecernos el espacio para hacerlo posible.
