Este verano tan caluroso, Marco soñaba con poder bañarse en una piscina… pero debido a su enfermedad y tratamiento, no puede hacerlo en la de su comunidad. La veía desde la ventana, se mojaba un poco los pies, estaba con sus amigos pero le costaba mucho no poder refrescarse y disfrutar como los chicos de su edad. Al tener las defensas bajas necesitaba un lugar seguro, solo para él.
Así que desde Pequeño Deseo le dimos la vuelta a la situación… ¡y alquilamos una piscina privada solo para él!
Marco pudo disfrutar de una tarde de verano como las de antes: risas, juegos, agua fresquita y mucha ilusión. Porque cuando no se puede ir a la piscina… ¡la piscina puede ir a ti!
Gracias a Fundación «la Caixa» y a Uber por ayudarnos a hacerlo posible.