Abril convive con Neurofibromatosis Tipo I, una enfermedad poco frecuente, pero ni eso ha conseguido apagar su sonrisa. Durante su tratamiento, la música de Miki Nuñez ha sido su mayor compañera y su fuente de ánimo. Cada letra, cada acorde, le daba fuerza para seguir adelante.
Por eso, desde la Fundación Pequeño Deseo, teníamos clarísimo cuál era su mayor ilusión: ¡conocer a Miki en persona!
Abril asistió a su concierto, compartió un ratito muy especial con él, se hicieron fotos, recibió una camiseta de regalo… ¡y hasta le dedicó varias canciones desde el escenario! No paró de bailar y sonreír durante toda la noche, rodeada de música, amor y con sus padres a su lado.
Gracias, Miki, por tu cercanía, tu corazón enorme y por regalarnos una noche mágica que Abril jamás olvidará.
Gracias también a la comunión de Lucía, cuya solidaridad nos ha ayudado a hacer posible este deseo.