Arturo tiene una enfermedad degenerativa que le ha hecho pasar por épocas complicadas. En los momentos más difíciles, las canciones de Duki se convirtieron en un salvavidadas. A través de su música, Duki le ha servido de inspiración y de fuente de energía. Cuando le descubrió, Arturo se dio cuenta de que Duki llevaba unas alas tatuadas y decidió tatuarse lo mismo en su piel. Cuando nos enteramos, nos pusimos en marcha para organizar este deseo y darle a Arturo el empujón que necesita para seguir. Al conocerle, Arturo le contó lo mucho que le ha ayudado su música y Duki le firmó un autógrafo en el brazo… que Arturo no dudó en tatuarse para llevarlo siempre con él. Después del encuentro, disfrutó del concierto y volvió a casa con la pila bien cargada.
Desliza para ver el video del emocionante encuentro, y del momento en el que Arturo se tatúa la firma de su ídolo
Estamos enormemente agradecidos a Duki por su gran corazón y cariño con Arturo, y también a Marta, una niña que celebró su comunión el pasado mes de mayo y que decidió renunciar a sus regalos invitando a sus invitados a hacer una donación a nuestra fundación. Con lo recaudado, hemos podido hacer realidad el deseo de Arturo
