Cristian Aaron es un niño muy activo y y sonriente pero estos últimos meses lo ha pasado muy mal debido a la rutina hospitalaria y las pautas de tratamiento que debe seguir en casa. Como últimamente estaba un poco decaído y apático, investigamos sus intereses y descubrimos que es un apasionado del mundo Lamborghini, ¡pero nunca había montado en uno de verdad! Sin dudar ni un segundo, le llegamos hasta Barcelona para visitar el concesionario Lamborghini y al verse rodeado de tantos cochazos volvió a sonreír como hacía mucho que no lo hacía. Se montó en ellos, escuchó el rugido del motor e incluso vivió una simulación de diseño para crear su coche perfecto. La guinda del pastel fue una sorpresa que pudo llevarse a casa: un Lamborghini a escala y una chaqueta de Bantley que le quedaba como un guante.
Muchísimas gracias a Seaya Ventures por hacerlo posible y a Lamborghinibarcelonaoficial en especial a Jan, por su cariño e implicación.