Desde que comenzó su tratamiento, Lena hizo algo muy especial: una lista de deseos para cumplir en cuanto pudiera. Y en los primeros puestos estaba su gran ilusión… ¡visitar los estudios de Harry Potter en Londres!
Ha leído todos los libros, ha visto las pelis mil veces y conoce cada rincón del mundo mágico. Así que ver su cara cuando uno de los personajes de la saga apareció por sorpresa para entregarle una varita fue… ¡pura magia!
Estamos muy agradecidos a Lucía, una niña que decidió hacer que su comunión fuera solidaria para ayudar a otros niños que están pasando por una enfermedad grave a ver su deseo cumplido.